El inmoral bloqueo a Cuba es un acto de guerra económica en tiempo de paz, acusa el canciller cubano

Bruno Rodríguez Parrilla. Canciller de Cuba.
ONU / Kim Haughton
Bruno Rodríguez Parrilla. Canciller de Cuba.

El inmoral bloqueo a Cuba es un acto de guerra económica en tiempo de paz, acusa el canciller cubano

Asuntos económicos

El ministro de Exteriores denuncia el recrudecimiento del embargo a su país durante la pandemia y destaca que, pese a ello, Cuba salió airosa con sus propias vacunas y la solidez de su sistema de salud. Por otra parte, destaca el clima de tensión y conflicto “de consecuencias impredecibles”, alimentado por la ofensiva de Estados Unidos para someter a los países y la expansión de la OTAN.

El ministro de Asuntos Exteriores de Cuba dijo este miércoles en el pleno de la Asamblea General de la ONU que el bloqueo estadounidense contra su país, iniciado hace más de seis décadas, se recrudeció “en extremo a niveles sin precedentes” desde 2019 y durante la pandemia.

“A 30 años de la primera resolución de esta Asamblea contra el bloqueo el gobierno de Estados Unidos continúa ignorando la demanda casi unánime de ustedes para que cese su política ilegal y cruel contra Cuba”, apuntó Bruno Rodríguez Parrilla en su intervención en el segmento de alto nivel del debate general del órgano deliberativo.

El canciller afirmó que aún persiste el deseo de generar escasez, sufrimiento, desaliento e insatisfacción y provocar daños al pueblo cubano.

Detalló que el gobierno de Estados Unidos presiona a otros gobiernos, instituciones bancarias y compañías de todo el mundo interesados en relacionarse con Cuba, además de perseguir “obsesivamente” todas las fuentes de ingresos de divisas de la isla para provocar su colapso económico.

Bloqueo cruel e inmoral

“Como resultado, en efecto, la economía cubana ha experimentado presiones extraordinarias que se manifiestan en la industria, la prestación de servicios, la escasez de alimentos y medicinas, y el deterioro del nivel de consumo y bienestar general de la población”, dijo.

Rodríguez Parrilla añadió que el daño humano que genera esa política a todas las familias cubanas es tan imposible de cuantificar como “enorme, cruel e inmoral”.

“El bloqueo es un acto de guerra económica en tiempo de paz”, aseveró.

El responsable de las relaciones internacionales cubanas acusó a Estados Unidos de mantener vigentes las medidas de presión más agresivas contra Cuba que adoptara el presidente Donald Trump durante su gestión al frente del país.

Asimismo, señaló que la inclusión de Cuba en la lista “arbitraria y unilateral” de países que Estados Unidos califica como patrocinadores del terrorismo dificulta transacciones y posibilidades de créditos.

Cuba ha sido víctima del terrorismo de Estado y no promueve el terrorismo ni lo hará jamás, aseguró.

En este sentido, imputó a Estados Unidos la manipulación oportunista de conceptos sensibles como el terrorismo, la religión, la democracia, la justicia, la corrupción y los derechos humanos.

No obstante estos factores adversos, Cuba ha resistido y está dispuesta a avanzar hacia un mejor entendimiento y cooperación con Estados Unidos sobre la base del respeto mutuo, acotó el canciller.

Cuba venció a la pandemia con recursos propios

Rodríguez Parrilla aseveró, por otra parte, que los cubanos no cejan en su empeño por seguir construyendo una sociedad socialista más justa, democrática, próspera y sostenible.

 Subrayó además, que pese a las presiones, la nación caribeña venció a la pandemia “con recursos, vacunas propias y la solidez de nuestro sistema de salud pública y de ciencia”.

Solución realista a la guerra en Ucrania

Con respecto a los conflictos armados en el mundo, advirtió que la ofensiva de Estados Unidos para subyugar a los países y someterlos a su orden imperial, sumada a la expansión de OTAN y la guerra de quinta generación, conducen a un clima de tensiones de consecuencias impredecibles.

Antes de concluir, Cuba abogó por una solución diplomática “seria, constructiva y realista” de la guerra en Ucrania, con apego al derecho internacional y que garantice la seguridad y soberanía de todos.

“Cuba continuará rechazando la dominación y el hegemonismo, las medidas coercitivas unilaterales, los bloqueos genocidas y la pretensión de imponer una cultura y un modelo únicos al mundo. No renunciaremos jamás a la defensa de la independencia, soberanía y libre determinación de los pueblos sin injerencia ni intervención extranjera”, concluyó.